Equipos de Práctica Misionera
1. Deben ir donde hay necesidad. Los equipos de práctica misionera que son eficaces van a donde se les desea y se les necesita.
2. El equipo debe estar de acuerdo con las metas que el misionero, los responsables, o la iglesia local desarrolla en el campo de servicio. Para ello, los miembros del equipo pondrán a disposición sus experiencias ministeriales, utilizarán las habilidades y los dones que posean.
3. Deben ir a servir. El equipo de la práctica misionera debe llegar con una actitud de servicio. Servir significa estar dispuestos a hacer todo lo que se les pida, y hacerlo con una buena actitud. Los equipos no deben llegar con una agenda preconcebida. Deben preguntar a los responsables cuáles son sus metas, y conocer mejor el trabajo que vienen realizando en el campo.
4. Planificar cada visita. La meta principal del equipo consiste en servir al misionero o a la iglesia del lugar. Pero no debe hacerlo de manera desordenada ni a último momento.
5. Deben vivir de acuerdo con este lema: “Ni una palabra de queja entre nosotros”. Hay que aprender a servir entendiendo y respetando las personalidades de los demás miembros del equipo. El equipo donde no hay quejas es un gran equipo.
6. Deben pensar a largo plazo. Cuando se envía un equipo, nos estamos comprometiendo a largo plazo con ese lugar, y más importante, con las personas. Una vez que las prácticas misioneras concluyan, el compromiso a seguir orando, apoyando financieramente, realizar visitas, etc. deben continuar.
INSTRUCTOR: Claudio Quinteros